Octubre de 2012.
Tú me pides que sonría, que lo haga una vez más. Pero no es necesario,
solo mírame a los ojos y lo haré. Brotará al instante y ¿sabes porqué? Por que
eres tú la razón de ella, solo tú. Por eso no me pidas que no frunza el ceño si
lo hago es porque te noto distraído, en otro lado. MÍRAME y tal vez así, ponga
cara de tonta, aunque siempre tengo una. No sé que haces conmigo, cuando me
miras. Me pones de cabeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario