miércoles, 27 de noviembre de 2013

Hola Andrés.


Diciembre 2012.


Hoy es uno de esos días en los que lloro recordándote, hoy te extraño más que nunca. No sé si es porque siento que todo me está saliendo bien, estoy logrando lo que quiero, mis sueños se empiezan a cumplir; pero no estás tú para verme triunfar, y me duele, me duele demasiado.

A veces me pregunto, si todavía me observas de alguna parte, si siempre me ves, y me cuidas. No sé si ahora estés leyendo esto, probablemente no, pero no siento que esté desperdiciando el tiempo; porque cuando se trata de ti, el tiempo no me importa. ¿Sabes? te quiero, y desearía que estuvieras aquí. 
Pero ya nada puedo hacer, sino quedarme aquí, pensándote, viviéndote, soñándote, esperándote.
La muerte es incierta  las personas se acostumbran, pero yo, yo no he podido acostumbrarme. La muerte es un esperar, por el que hay que llorar, es un espejismo, al que tememos todos los seres humanos. Es eso, que no esperamos sentir jamás; pero sabemos que sería imposible, que fuera de esa manera.
Al pensar, en morir, he deseado hacerlo solo para verte de nuevo, verte reír  y hacerte feliz. Las personas dicen que, cuando mueres, eres doblemente feliz, en el lugar en el que posiblemente estas,   por eso, intento creerlo, para sonreír. No sabes cuanto te echo de menos, cuanto te pienso, he intento sentirte. Si miro al cielo, solo veo horizontes rotos, sueños de papel, y se hace difícil entender, como alguien con tanta vida, se ha ido para no volver.

Comienzo a pensar en ti, y no te sales de mi cabeza, se pasan los días, meses, años, y no te borro de mis pensamientos, siento que te veo. Aunque no estés, tal vez sean solo las inmensas ganas de verte, que te convierten en alguien real. Como desearía que estuvieras aquí. Voy a salir adelante, como te lo prometí.
Ahora solo queda, el viento, como tu recuerdo, tus chistes malos, y tus sonrisas grabadas en mi corazón. Las tendré cuanto tiempo sea necesario, pero no las olvidaré.


Te amo, y te mando besos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario