jueves, 9 de enero de 2014

Quédate conmigo


Enero 2013.
No quiero que te vayas nunca, repliqué toda la noche. Después de tantas lágrimas, y tanto rogarle a Dios que te cuidara. Me pregunté ¿por qué lloro? ¿qué pasa? no sé será el miedo a perderte, el miedo de ya no volver a sentirte. Por eso te escribo Juan, nuevamente...
Necesito que sepas, que entre suspiros, y llanto le rogué a la vida que te mantuviera a mi lado. Después de aquella triste conversación, siento que te necesito más. No entiendo, porque me dijiste "si no estoy, sé feliz" no podría, eres lo que me hace sonreír, cuando estoy triste. No podría estar sin ti, además ¿qué pasaría conmigo?
Sí me querría morir, sin ti, no valdría la pena. El dolor, es lo que nos mantiene vivos, lo que nos demuestra que todo es real, me duele, pensar que algún día no estarás. Puedes prometer acaso, estar siempre. ¿Puedes? realmente ¿puedes? si la respuesta es sí. Por favor promételo.
Yo no podría dormir en otro pecho que no fuese el tuyo, mi mano no encaja con otra, y mi imperfecta nariz, no cabe con una diferente a la tuya, nuestros labios, lágrimas, piel, cuerpo. Se complementa el uno con el otro. Solo te necesito a ti. ¿tú lo entiendes? entiendes, que no quiero otros brazos, que me rocen la cintura.. NO me niego, solo deseo suspirar por ti, por nadie más. Además no creo que exista otro tú, así de diferente, y especial. No lo creo.

Sólo bésame, bésame despacito. Como sí eso fuera tú oxígeno, hazlo como siempre. No me sueltes, por favor, no lo hagas. Sólo necesito que...




...Te quedes conmigo

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